Es cierto que cada orgnismo es diferente y que cada uno tiene reacciones diversas con los alimentos, las frutas y las verduras y con las plantas medicinales, pero sin consultar, sin dudar y sin temor comencé a darle sábila a mi nieta porque no había medicamento que le curase el estreñimiento.
La niña tiene casi dos años. Comencé a darle la pulpa de la planta cuando tenía 10 meses. Le gustó la pulpa y consumió poquito el primer día y fue aumentando la cantidad con su crecimiento. Todavía no tenía dientes. Ahora no es necesario quitar la cáscara. En ayunas, le doy la hoja tierna., de unos 15 o 20 centímetros, Nada más le quito el borde con espinas y la mastica sin dificultad. Nunca le ha gustado licuada con agua.
Hay días que no acepta, como cuando rechaza alguna fruta que no desea comer, pero después vuelve a consumirla.
Disminuyó su estreñimiento y en casa estamos contentos porque no tiene que consumir los medicamentos de laboratorio que le causaban otros problemas.
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